Skip to main content

Posts

Showing posts from 2016

A comenzar de nuevo

Con motivo de la columna de Eduardo Lalo en El Nuevo Día de hoy 17 de diciembre de 2016 Con respeto y reconocimiento  El error del otro no justifica el error de nosotros. El error del otro no significa que estoy acertado. De los errores se aprende.  No es lo mismo “democracia” bajo el centralismo democrático de Cuba, que “democracia” bajo la colonia. De igual modo, no es lo mismo “totalitarismo” en Cuba, que “totalitarismo” en la partidocracia puertorriqueña.  Winston Churchill: la democracia es el peor de los sistemas, pero es lo mejor que conocemos. Entre la cubana y la colonial puertorriqueña, prefiero la última. Y no es que sea buena. Pero al menos se puede luchar para corregir los errores y para contrarrestar el poder arbitrario. La virtud de la no definición es que uno puede ser pragmático en el buen sentido. Sólo los pragmáticos tienen posibilidad de ser buenos políticos y hacer el bien. Está el pragmatismo al servicio, no de ideales que a fin de cuentas tiraniza

ANACRONISMOS DE IZQUIERDA

Autobus escolar (Wikimedia) [texto editado de un ensayo de 2008] Ser izquierdista no equivale a ser anacrónico, entendámonos. Lo que sucede es que hay variantes del izquierdismo, como hay distintos tipos de pan. Y de la misma manera que puede haber pan viejo, pueden haber formas de izquierdismo que se han quedado en una cápsula del tiempo.  No es difícil identificar el pan viejo; tampoco es difícil identificar las izquierdas encapsuladas en el pasado. Baste escuchar sus consignas. Son idénticas a las de hace unas cuantas décadas, como si el tiempo hubiese transcurrido de balde. Es algo parecido a lo que sucede con el pan negro, que hace cien años era el pan de los pobres y hoy día es el pan de los que pueden pagarlo. Lo mismo pasa con el bacalao seco en Puerto Rico. Lo que antes fue comida de pobres, ahora es comida de pudientes. El mismo pan, el mismo bacalao, asumen un significado distinto en distintos contextos históricos. La misma realidad económica transform

Cuba y Puerto Rico -- No es lo mismo

1959 – Hoy esas marchas no son necesarias, dice el gobierno. Al momento de esa marcha, Fidel apenas iniciaba su toma del poder. Sin los demócrata cristianos la revolución no hubiera triunfado. Cuando se le opusieron, Fidel desató sus escuadrones de defensa de la revolución sobre sus manifestantes, igual que en Venezuela hoy, siguiendo el ejemplo.  Lo que sigue va con motivo de la excelente columna de Benjamín Torres Gotay, “La dictadura púrpura”, que apareció el 18 de octubre de 2015. Plantea que, igual que en Cuba, los candidatos acá son filtrados por el cedazo de los comisarios de partido. Por tanto, no hay diferencia y la mezcla de azul y rojo produce la dictadura púrpura, lo que ya han llamado otros "la partidocracia". Eso es cierto. A ese análisis añado lo que sigue. La diferencia entre Cuba y Puerto Rico es doble. Primero, la más importante, la libertad de expresión. En Cuba hay peligro de hablar hasta con el vecino. Si uno no puede decir lo que uno pi

El control de precios

Leyendo sobre el tema de la economía, comparto este apunte que muchos ya saben, pero que vale la pena repetir. Lo acabo de volver a ver en una lectura esta tarde. Unos años después de la guerra de Vietnam unos de los ministros del gobierno reconoció públicamente que ellos habían destruido más a Hanoi que los bombardeos de los norteamericanos. Las culpa había sido el control de precios. Si se impone un control de precios sobre la vivienda, habrá mucha demanda por las casas y apartamentos. Será bello ver gente pobre que vivía en la miseria poder ahora ocupar un espacio decente de vivienda.  Pero los hechos demuestran que no resulta así.  ———— Muchos podrán pagarse una vivienda, porque el gobierno impuso un precio “razonable”.  Las viviendas escasearán.  Los dueños no tendrán motivo para mantener sus propiedades en buenas condiciones porque hay mucha gente (clientes) que quieren alquilarles, comprarles.  La gente alquilará una pocilga, con tal de tener un techo. 

Deporte y Educación

Cuando fui docente universitario me di con una buena cuota de estudiantes que eran analfabetos funcionales. Sus capacidades académicas no reflejaban los títulos que traían.  Expliqué materias de filosofía y humanidades a todos los niveles. Tuve estudiantes llegados al salón con títulos de Escuela Superior, Bachillerato, Maestría. Tuve varias candidatas a doctorado en Educación que eran cabezas de chorlito.  Y en mi interacción con colegas de Facultad vi cómo más de uno disparataba admirablemente, incluso cayendo en errores de lógica elemental, si bien tenía diploma de doctor.  No sin razón, por tanto, en más de un departamento de cierta Facultad se le imponía a los profesores seguir un seminario permanente sobre la materia que enseñaban, algo impensable en una universidad de verdad, con profesores verdaderamente dedicados a su materia de enseñanza. En ese sentido, baste repasar la hoja de publicaciones de nuestros profesores universitarios. Un factor importante en todo es