En uno de los diálogos de la película A Man for All Seasons Tomás Moro resalta el valor de las leyes. Si se nos apareciera el diablo, ¿con qué nos defendemos? Con las leyes. De lo contrario, el diablo puede persuadirnos con engaños simpáticos. No lo dice, pero lo implica. El diablo puede sugerir lo que llamamos racionalizaciones, excusas para convencernos a nosotros mismos y entrar en el camino del mal. Así, por ejemplo, uno no se fija mucho en la definición de los términos, ni atiende al orden de los pensamientos. Cuidar la redacción es una manera de hacer eso, de ordenar los pensamientos. Pero uno echa a un lado ese cuidado. Es más importante la idea, antes que las palabras. Igualmente puedes pensar que es más importante la experiencia, la mística, antes que la teología, los razonamientos. Por ejemplo, uno comienza una lucha contra los canallas y termina organizando una policía secreta. Encima, no tiene inconveniente con la tortura en sótanos ocultos. ¿Fue culpa de los