¿Qué es más importante, poder comer, o disfrutar de un baile de bomba? Lo ideal es poder disfrutar de dinero, salud y baile, y una sociedad en paz para compartir buena comida y buena cultura.
La tradición cultural es algo que surge espontáneamente del pueblo. Y también es algo que hay cultivar conscientemente. Es que, si la vida social es natural, la cultura no es algo biológico. El mundo humano no es natural y por eso hay que mantenerlo, cultivarlo. Mantener la cultura es como correr bicicleta. Hay que mantenerse atento en una mezcla de acción automática y a la vez consciente. Vida humana y cultura son realidades dinámicas y si no se les atiende, se pierden. Es algo como la salud, cuando no se cuida.
La cultura es como el vestido. Los humanos son los animales que necesitan vestirse y no se piensan a sí mismos como animales. Igual que el vestido tenemos lenguaje, baile, pintura, arquitectura, deporte, así. La cultura se puede perder, como quien se queda sin ropa en la jungla y tiene que comer carne cruda.
De la misma manera que uno se puede quedar sin ropa, un día entre los días uno puede encontrarse con la puertorriqueñidad hecha jirones. Puede que todavía se baile bomba o se coman bacalaítos, pero como jirones, retazos de la cultura que un día fue un vestido que nos definió. Es algo así como la cultura hawaiana reducida al baile de las faldas de paja para los turistas.
El Instituto de Cultura es parte integral del esfuerzo de mantener y fortalecer la cultura puertorriqueña. Necesitamos trabajadores de la cultura, de la misma manera que necesitamos banqueros y contadores públicos y agencias de gobierno que atiendan la economía local. Está la economía espontánea y está la economía atendida por el gobierno. Lo mismo hay que decir de la cultura. Fomentar la cultura es tan necesario como fomentar la economía nacional. El gobierno es otro invento humano para facilitarnos la vida. Y también el gobierno se nos puede desgarrar en jirones si no tenemos las destrezas adecuadas para saberlo llevar.
El Instituto de Cultura no está ahí sólo para propiciar las expresiones folclóricas para atraer turistas. Más que eso, el Instituto tiene la responsabilidad de administrar y gestionar el patrimonio histórico y artístico. Tiene la encomienda de custodiar, preservar y conservar ese patrimonio artístico, lo mismo que el patrimonio edificado y el patrimonio documental. Al hablar de patrimonio estamos hablando de la herencia de nuestro pasado, una riqueza sin la que no podemos trabajar nuestro futuro. En su misión no olvidemos el fomento del teatro, la música y la literatura, que tanto apoyo necesitan. Podemos ver la necesidad del fomento económico. Visualicemos la necesidad del fomento cultural, tan necesario como el fomento de nuestra educación, de la educación de las nuevas generaciones.
Dejar el trabajo de la responsabilidad cultural descabezado es como desatender la economía del país. Sólo que para muchos esto no es evidente, como cuando se le da prioridad a una construcción sobre el valor de un yacimiento arqueológico. Pero es posible armonizar necesidad económica y necesidad cultural. Es lo mismo con la insensibilidad ecológica frente a los intereses ciegos de los desarrolladores de turismo. Es posible armonizar desarrollo y ecología.
Es posible hacer tarea común entre turismo, cultura e intereses económicos. Basta cultivar el pensar para tener visión de país con ideas claras y fuerza de voluntad. Necesitamos ser pueblo y no un reguerete de gente. Necesitamos ser pueblo por encima de las tribus partidistas. Que nos una la puertorriqueñidad.
Comments
Post a Comment