Skip to main content

Cuba y Puerto Rico -- No es lo mismo

1959 – Hoy esas marchas no son necesarias, dice el gobierno. Al momento
de esa marcha, Fidel apenas iniciaba su toma del poder. Sin los demócrata
cristianos la revolución no hubiera triunfado. Cuando se le opusieron, Fidel
desató sus escuadrones de defensa de la revolución sobre sus
manifestantes, igual que en Venezuela hoy, siguiendo el ejemplo. 

Lo que sigue va con motivo de la excelente columna de Benjamín Torres Gotay, “La dictadura púrpura”, que apareció el 18 de octubre de 2015. Plantea que, igual que en Cuba, los candidatos acá son filtrados por el cedazo de los comisarios de partido. Por tanto, no hay diferencia y la mezcla de azul y rojo produce la dictadura púrpura, lo que ya han llamado otros "la partidocracia".

Eso es cierto. A ese análisis añado lo que sigue.

La diferencia entre Cuba y Puerto Rico es doble. Primero, la más importante, la libertad de expresión. En Cuba hay peligro de hablar hasta con el vecino. Si uno no puede decir lo que uno piensa, no hay democracia. 

Segundo, poder correr como candidato independiente. No importa que acá siempre pierden; en Cuba, ni eso.

[Nota de 2016: Leo al amigo Ángel Maldonado que dice que ahora Lúgaro (candidata independiente) será un muro de contención del PNP contra el PPD. Eso no desdice del principio: en Cuba no pueden haber candidatos independientes de oposición al gobierno, al partido.]

Ah, una tercera. Uno puede demandar al gobierno. 

Y también los jueces pueden procesar a funcionarios corruptos. 

Esto es así aun en una colonia, Puerto Rico, sin presencia internacional por derecho político. Por eso, el argumento de la tiranía de la colonia no suena bien, como una nota fuera de registro en música. 

Aparte de eso, ¡Qué mucha razón tiene el columnista! En términos de partidos políticos es prácticamente lo mismo. En términos de corrupción... la tiene que haber más donde no hay posibilidad de que el funcionario tenga que rendir cuentas en el futuro.

El sistema democrático capitalista tiene grandes imperfecciones, pero no tan grandes como las de un sistema totalitario como el de Cuba y como el que se busca implantar en Venezuela. 

Una de sus ventajas es que no hay miedo a decir lo que se piensa. Si el gobierno de todos modos se empeña en no escuchar o perseguir lo que uno dice o escribe, 

-hay trabas, leyes para hacérsela difícil al gobierno

-hay leyes para defender a las minorías

-es posible pasar leyes para defender a los que no piensan igual. 

-hay leyes para fiscalizar a los funcionarios públicos

-hay leyes para defender la prensa y su libertad para decir y burlarse como le parezca; como a la TV y a los demás medios

-aun dentro de nuestra partidocracia, los gobernantes tienen que rendir cuentas y pueden ser sustituidos cada cuatro años, aunque sea por alguien del partido alterno

-hay leyes y posibilidad de ponerle trabas a los que quisieran imponerle a los demás su manera de ver el mundo, su moral particular, su intolerancia o sus ideologías y convicciones religiosas

-hay manera de corregir los errores cometidos.



Un sistema en que el criterio es la verdad absoluta de la ideología del régimen

-es dificilísimo cambiar los errores de lo que ya está establecido

-es imposible defender a los que piensan distinto

-las minorías están desamparadas

-no es posible denunciar, ni fiscalizar a los funcionarios públicos, mucho menos sustituir a los gobernantes por incompetentes, o por otras razones válidas.

Me parece….



PD (11 noviembre 2016) Chávez pudo conservarse en el poder en Venezuela gracias a que los Estados Unidos decidieron que sentían vergüenza por contradecir los resultados de los comicios electorales que le favorecieron. Pero ahora, cuando los venezolanos tratan de reclamar su democracia, se les hace cuesta arriba. 


Comments

Popular posts from this blog

La invasión de Gaza

  Los humanos somos territoriales de nacimiento porque es un mecanismo de supervivencia. De igual manera que nuestro cerebro está ordenado a la supervivencia así vamos orientados a ocupar territorios en grupos. De la misma manera está en nuestros genes, la inquietud de migrar. Salimos originalmente de África y del Oriente (según los restos fósiles humanos más antiguos) y nos dispersamos por todo el mundo en busca de comida, sí; pero también enamorados por los lugares y paisajes que encontramos.  La tragedia de judíos y palestinos puede verse como un capítulo más del llamado de Dios a los hebreos, para llevarlos a la Tierra Prometida. Originalmente Dios llamó a Abrahán a salir de su tierra natal para venir «a la tierra que yo te mostraré…. A tu descendencia he de dar esta tierra.» (Génesis 12,1.7). Sólo que aquella tierra estaba ocupada por los cananeos. Pero nótese que en la historia de Abrahán él y su familia  convivieron con los habitantes de la región sin que se mencio...

Acción de Gracias

  Se dice que los peregrinos del barco Mayflower llegaron en otoño y no bajaron a tierra hasta marzo siguiente. Se quedaron en el barco a causa del invierno, que en Nueva Inglaterra no es cosa de juego. En la primavera, cuando comenzaron a repartirse las parcelas de cultivo, se les acercó Squanto, un indio que les enseñó a sembrar maíz y calabazas, lo mismo que a cazar. El indígena Squanto sabía inglés porque anteriormente fue capturado por ingleses y llevado a Inglaterra como esclavo. Más tarde se escapó y pudo volver con los suyos.   Mientras que los holandeses (y otros ingleses que imitaron el modelo) concibieron su actividad colonizadora como una iniciativa comercial de empresarios e inversionistas, los ingleses del Mayflower llegaron al modo de inmigrantes refugiados para poder vivir en paz y libertad. En ese sentido también se distinguieron de los españoles, que por su parte llegaron como conquistadores a nombre de la Corona. Mientras que otros tenían la alternativa de l...

Inteligencia y educación

Al ir a un negocio de comida rápida a veces parece que uno conversa con un autómata. Es la maldición de la inteligencia artificial a la que ya estamos sometidos, cuando las relaciones humanas siguen los esquemas de unos guiones programados. No da tanto miedo la aplicación cada vez mayor de la inteligencia artificial, cuanto el modo con que los mismos humanos parece que ya no saben pensar al modo «natural». Es algo así como el caso imaginario del que en el restaurante le pide al robot camarero que le pase la sal. «Por dónde se la paso,» contesta el robot que desconoce la diferencia entre «pasar» y «pasar».  Los libretos en nuestras relaciones sociales siempre existieron. Es como saber qué decir, cómo comportarse en una reunión y darle la mano al enemigo. Pero mal estaríamos si sólo supiéramos pensar al modo de las fórmulas. La capacidad para entender aparte de fórmulas parece estar cediendo a los intercambios automáticos, completamente impensados.  Ya en la década de 1970 apare...